sábado, 15 de mayo de 2010



En el transcurso de mi vida he besado alguno que otro sapo esperando que se
transforme en mi príncipe azul y no sucedió. Me rompieron el corazón y rompí
algunos más, pero seguí creyendo en el amor, hasta que por fin apareció mi
príncipe que no es azul, ni verde ni morado sino de carne y hueso.estoy
enamorada, ilusionada

No hay comentarios:

Publicar un comentario