El tiempo pasa, su amor se fortalece y piensas que si no estás con esa persona tu vida será completamente oscura, entonces juntos toman la decisión de casarse o vivir juntos, se prometen amor eterno y esperan ser felices todo el tiempo posible.
Pero todo en la vida cambia, igual lo hace el amor.
Eso no quiere decir que haya menos amor, sino que evoluciona. A lo que me refiero es que de repente cuando estaban de enamorados hablaban horas y horas sobre su vida, su futuro o planeaban qué hacer el sábado en la noche. Luego, ya casados, no conversan mucho ya que cada uno anda muy ocupado, estresado o cansado por el trabajo, los problemas familiares o de los hijos, entonces se dan cuenta que quizás el tiempo que andaban juntos no es igual que al principio de la relación. Pero, repito, eso no quiere decir que haya menos amor, sino que ha cambiado.
Quizás haya algunos cambios luego de que se casaron, de repente sus salidas de todos los sábados se han convertido en dos veces al mes y prefieren estar en casa y ver una película comiendo canchita; pero cuando te enfermas, él o ella se desvela cada noche para cuidarte, para arroparte, para traerte lo que necesitas, para tocar tu frente y tu mano y decirte “todo estará bien, ya pasará”, entonces te das cuenta de que su amor está allí y de que sigue siendo fuerte.
En la vida de pareja no todo es felicidad, rosas, alegría, pasión y amor destellante, sino también es enfrentar problemas cotidianos, lidiar con la rutina, tratar de que el estrés no arruine la poca vitalidad que te queda luego de un largo día laboral para poder pasarlo con tu pareja y al menos darse un beso y ver abrazados la televisión.
Pero pongámonos a pensar, si el amor cambia, porque nosotros debemos quedarnos sin hacer ningún cambio, porqué esperar que todo sea como antes, porque ponernos tristes si no hacemos el amor tan seguido y decir “es que acaso no me amas como antes” ¿POR QUÉ?
En vez de estar apenados y cabizbajos pensando en los innumerables “por qué” hagamos algo, actuemos de una manera distinta y eso traerá a nuestra relación vientos nuevos y agradables. Por ejemplo, cuando llegamos tarde a la casa luego de un tremendo día en el trabajo no nos quitemos la ropa y nos pongamos el pijama polar y vayamos directamente al televisor, en vez de eso, recibamos a nuestra pareja con un agradable saludo, un poco de tertulia en el sofá, una caricia en la frente y unas palabras cariñosas al oído y quién sabe, de repente su noche cambia totalmente.
El romance, los detalles y el amor pueden transformarse en el transcurrir del tiempo de pareja, pero sigue estando presente con un mensaje de texto, una palabra bonita, un abrazo en la calle o simplemente con una mirada tierna que diga “te amo”. Les aseguro que la llama seguirá viva a pesar del tiempo.
No nos apenemos si nuestro amor no es tan “vibrante” como fue al principio, encontremos en nosotros mismos cómo conseguir que el amor de pareja vaya evolucionando a pesar de los contratiempos del día a día, adaptémonos a los cambios, re organicemos nuevas sorpresas románticas, demos un poco más de tiempo al ser amado, estoy segura que todo esto sólo traerá estupendos y permanentes resultados.
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